Jóvenes de toda la Capital Federal y el oeste del Conurbano venían a Rivadavia a disfrutar los fines de semana de sus boliches. Donde funcionaba el Cine Minerva abrió el primer fin de semana de 1989 la disco «The End«, considerada la más gran de Flores con capacidad para más de 2500 personas.
En la misma cuadra funcionaba un local fuera de lo común con un frente de madera y unas grandes cartas, «Tarot«. Enfrente, los dueños de «Tarot» abrirían «Clearing«, una disco muy moderna con una impronta para la nueva juventud.
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Años más tarde abrió en el viaje Teatro Fénix, «Retro» de la mano de Pablo Martín y Marcelo Pinta. Era conocido por sus maratones y fiestas temáticas. Para los más nostálgicos, ya funcionaba el mítico «Bamboche» en Rivadavia y Culpina que con el tiempo debió reciclarse como boliche tropical.
Con más de 20.000 personas por noche, Flores llegó a ser un gran centro para toda la zona.