¿Te acordás de los famosos buzones rojos?

Estos llamativos buzones solían ubicarse en esquinas transitadas y estaban distribuidos por todo el barrio.
Pintados de un color rojo característico, quedaban a la vista de los usuarios para su rápida ubicación.

El formato típico fue traído de Inglaterra en 1874, encargados por Eduardo Olivera. Director de Correos y Telégrafos. A mediados de 1895 se firmó un contrato con los Talleres «Fénix» para la construcción de los mismos en nuestro país. Ya para el 1900 estos buzones cilíndricos se fabricaban de manera masiva.

Estos pintorescos artefactos estaban hechos de hierro fundido y alcanzaban un peso de 74 kg. En general median menos de un metro de altura y en su interior tenían una bolsa de lona sostenida por un aro.

 

Principalmente se utilizaban para dejar cartas que se enviaban a familiares o amigos que se encontraban lejos. Sin embargo había épocas del año donde rebalsaban de cartas. En Navidad, por ejemplo, lo más chicos corrían hasta el más cercano para dejar su carta a Papa Noel.

Hoy quedan pocos de ellos, y algunos en mal estado. Sin embargo los que siguen en pie, se han convertido en un símbolo de una época y de un Flores que tuvo una ajetreada actividad en las calles. Algunos de los que aún siguen en su lugar original están en Varela y Eva Perón o en Artigas y Gaona.