El mes de Febrero estuvo siempre marcado por los famosos carnavales en todo el país, y Flores no se quedaba atrás. Esta tradición se remonta a principios del siglo xx, cuando en aquellos años era común no solo el salir a festejar a las calles, sino también disfrazarse para la ocasión. Payasos, vaqueros o damas antiguas son solo algunos de las temáticas elegidas por los niños para vestir y recorrer el barrio.
En Flores los famosos estudios de fotografía como Florencio Bixio (B. de Irigoyen 185) o A. Hernádez (Rivadavia 6766) eran los encargados de tomar las fotografías de aquellos niños disfrazados. En ese entonces, la fotografía no tenía un alcance tan masivo como hoy en día. Por esta razón de reservaban para ocasiones especiales como comuniones, cumpleaños o los mencionados carnavales. En sí, el ir al estudio era todo un acontecimiento.
Allí el fotógrafo, junto con la familia, decidían la temática de la foto y se armaba un pequeño set a tono con el motivo. Para los niños era un momento de fantasía donde podían jugar a ser un vaquero, un arlequín o simplemente combinar los atuendos como más quisieran.
Hoy, el museo conserva en su colección fotografías originales de los estudios que poblaron las calles del barrio. Las pintorescas imágenes son un vestigio de una época donde las calles eran pobladas por niños y su alegría en medio de festejos que al día de hoy siguen en pie.