Julieta Lanteri (1873 – 1932) fue una de las principales protagonistas de la lucha por el sufragio femenino en nuestro país. Parte de este proceso y de su participación en defensa del derecho al voto sucedió en la Plaza Flores.
En 1911, la Municipalidad de Buenos Aires convocó a los vecinos para que actualizaran sus datos en los padrones en vista de las siguientes elecciones municipales de legisladores. Así, se llamó a los ciudadanos mayores, residentes en la ciudad y a aquellos que pagasen impuestos. Julieta, gran defensora de los derechos de las mujeres, advirtió que no había especificaciones sobre el sexo, por lo que se inscribió sin dudarlo, logrando votar el 26 de noviembre de ese mismo año.
A raíz de esto y de la prensa que gano este hecho, el Concejo Deliberante sancionó una ordenanza donde especificaba que estaba prohibido el voto de las mujeres. Julieta encontró que la Constitución vedaba la posibilidad de votar a las mujeres pero no ser elegidas. Rápidamente creo el Partido Nacional Feminista, en abril de 1919, y se presentó como candidata a diputada nacional (siendo así la primera mujer candidata)
Su candidatura no alcanzó las cifras esperadas y no pudo ingresar al parlamento. No obstante, jamás se desanimó y decidió continuar en la lucha. El 18 de marzo de 1919, en la Plaza de Flores, realizó un simulacro de voto (el primero que una mujer protagonizaba en el país) en el que reunió a unas dos mil personas. Contó, además, con un comité independiente, un comité popular y una agrupación de jóvenes de La Boca, otra de Barracas, dos comités femeninos, La Unión Feminista Nacional de la doctora Alicia Moreau, la Asociación Pro Derechos de la Mujer de Elvira Rawson de Dellepiane y quince locales repartidos en distintos puntos de la ciudad.
Así, una de las mujeres más importantes de la historia de nuestro país se conecta con la historia del barrio. Flores fue, entonces, el escenario de lo que se considera el germen de la lucha por el voto femenino.