En su colección de arte, el Museo Barrio de Flores tiene una larga lista de nombre y algunos de ellos son, sin duda, artistas de “palabras mayores”. En ese selecto grupo podemos encontrar a Lola Frexas (1924-2011), una de las acuarelistas más importantes de nuestro país. Ganadora de múltiples premios y del respeto de sus colegas, Lola se caracterizó por retratar como nadie la arquitectura de distintos puntos del país. Entre esos paisajes se encuentra Flores, y hoy el museo, que ya tenía dos de sus acuarelas, suma una tercera obra a su acervo.
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“El jazminero”, fechada en 1981, es una acuarela de 80 x 40 cm que muestra el frente de una típica casona del siglo XX, en donde un frondoso árbol de jazmines se hace presente. El trazo ligero y fugitivo de Frexas nos sugiere una hermosa arquitectura de una vivienda de dos pisos, con balcones y ventanas que la rematan, Al frente dos figuras que parecen ser dos niñas, danzan frente a la entrada de la casa. Y hacia un costado se ubica la puerta que lleva a los ojos del espectador directamente al protagonista de la obra: el jazminero. Un bello jazminero domina con sus tonos verdes, amarillos y tierra, la esquina superior derecha de la obra. Lola muestra como nadie, el avance imparable de la vegetación en estas casas.
Esta pieza, es la tercera que el Museo posee de la acuarelista. “Estación de Flores” y “R.L.Falcón” ya formaban parte de la colección. Ambas comparten, con la recién incorporada, la sutilidad en la pincelada y ese efecto casi etéreo que caracteriza al estilo de Frexas. Sus acuarelas hacen de los cuerpos pesados de la arquitectura, algo liviano que parece flotar y aparecer fugazmente. Por eso, cuando hablamos de artistas de “palabras mayores” que tengan que ver con Flores, sin duda Lola Frexas es una de ellas.