Recitó en el viejo Cine Minerva (ex disco The End), tuvo dos domicilios en pensiones del barrio y un número importante de amigos que la sostuvieron en los momentos difíciles de su vida, siendo madre soltera.
Flores tuvo casas valiosas que hoy no existen. Una de esas casas valiosas fue habitada, según los vecinos, por la poetisa Alfonsina Storni, que se suicidó en Mar del Plata. Estaba ubicada en Terradas 578 y el Museo Barrio de Flores guarda una foto original con el cartel de venta.
Esa propiedad fue la familia Faur y una parte de la colectividad judía. Al no poderla vender al estado, se la comercializó para hacer locales con talleres textiles en su interior.
En un viejo reportaje del diario La Nación, el ex presidente y por entonces jefe de gobierno Fernando De la Rúa, admitió: «Nos encantaría comprar todas estas casas, pero no podemos. Existen otras posibilidades, por ejemplo, establecer recorridos culturales o literarios. En el programa Por la memoria de Buenos Aires, hemos previsto estos recorridos que incluirán, entre otras, la casa de Alfonsina Storni, la de Baldomero Fernández Moreno». De la Rúa también dijo también que en estos paseos, famosos en muchas ciudades españolas, se incluirán plazas con valor histórico, monumentos, casas, y otros espacios. Poco se hizo. Charlatanería.
Su biógrafa, Josefina Delgado, comentó no haberlo incluido en su libro «Alfonsina Storni, una biografía», publicado hace cinco años. «Ella vivió en muchísimas casas, porque en los años treinta era muy sencillo mudarse de una finca a otra. En el barrio de Flores, por ejemplo, habitó tres viviendas. Una en la calle José Bonifacio 2011, otra en Esteban Bonorino esquina Lobos (Gregorio de Laferrere), y una tercera que podría ser la de Terrada 578, pero yo no pude corroborarlo con documentación de la época», recordó.
Alejandro Storni, hijo de la escritora, recordó borrosamente haber vivido en la calle Terrada alrededor de los cuatro años. «Vivimos en muchos lugares, porque había facilidad para cambiar de domicilio. Mi madre se mudaba siempre cerca de los sitios donde trabajaba», explicó. Al ser muy pobre, algunos sostienen la poetisa se mudó por lo menos una docena de veces por la geografía porteña.
El Museo Barrio de Flores guarda su lugar en una vitrina junto a la legendaria poeta Lila Duffau de Rabaudi, quien habitara la casona de Artigas y Av. Avellaneda, quien editó varios libros y fuera una gran docente en el barrio. De esta última, guardamos ejemplares autografiados y fotografías inéditas junto a varios vecinos del barrio.