Alejandro Dolina es el escritor que popularizó al barrio de Flores mediante su best seller “Crónicas del Ángel Gris”. Eso le permitió al barrio de las letras o la literatura “vender” a otros ya existentes escritores como Aira, Girondo, Arlt, Baldomero y tantos otros.
Crónicas del Ángel Gris es un libro de Alejandro Dolina, publicado por primera vez en 1988 compuesto por relatos que en su mayoría habían aparecido anteriormente en la revista Humor. En 1988, ya distanciado de la revista, Dolina publicó el libro, con prólogo de Horacio Ferrer e ilustraciones de Carlos Nine. En 1996, apareció una versión corregida y extendida con notas introductorias de Jorge Dorio y Ernesto Sabato y dibujos de Hermenegildo Sábat.
En 2003 se editó una versión de bolsillo y en total ha vendido más de 500.000 ejemplares.
Aunque Dolina nunca vivió en Flores, consumía su noche y adaptó a sus personajes en este libro que se compone de diversas historias que giran en torno al Ángel Gris, un personaje difuso que reparte sueños en el barrio porteño de Flores, donde transcurre la acción. La mayoría de los personajes pueden reunirse en dos grandes grupos: los Hombres Sensibles y los Refutadores de Leyendas. Entre los primeros, sentimentales, honestos y algo atolondrados, se encuentran el polígrafo Manuel Mandeb, el poeta Jorge Allen, el músico Ives Castagnino y el «Ruso» Salzman, jugador compulsivo.
Para muchos, algunos de sus personajes son símbolos del barrio como los Refutadores de Leyendas, por ser suspicaces y necios, representantes de las instituciones, que se dedican a negar los episodios fantásticos que ocurren en el barrio. Opuestos a los Hombres Sensibles, los Refutadores desean un mundo racional y científico. En una nota introductoria, Dolina dice: “La historia de los Hombres Sensibles me fue revelada en París en 1971. La nostalgia y el ingenio fácil de la mocedad me dictaron algunas narraciones demasiado ambiciosas. Gracias al saqueo de aquellas desmesuras, nacieron los modestos episodios que ahora mismo comienzan. Chalecito edificado con ladrillos de Nabucodonosor”.
El Museo Barrio de Flores guarda varias de sus ediciones y presenta otros libros del autor para completar su historia. También, el Museo armó gigantografías y muestras de su respeto al autor. En algún momento, post pandemia, se buscará que Alejandro Dolina pise el Museo y de una charla en la institución florense.